A pesar de la lluvia Almagro vivió las 14 estaciones del Vía Crucis en la Ermita de San Pedro

En la madrugada del Lunes Santo, a las 00:00 horas, como manda la tradición almagreña, los fieles se reunieron para celebrar el solemne Vía Crucis. Este año, la climatología obligó a modificar el habitual recorrido por las calles de Almagro, trasladando la ceremonia al interior de la Ermita de San Pedro. Sin embargo, ni la lluvia ni el cambio de escenario lograron restar un ápice de emoción y recogimiento al acto, que volvió a congregar a numerosos vecinos de Almagro, firmes en su fe y respeto a esta costumbre religiosa.

La Ermita de San Pedro, enclavada en el histórico barrio del mismo nombre, fue testigo de un Vía Crucis cargado de simbolismo, fe y silencio. En su interior, se vivieron con intensidad las catorce estaciones que rememoran el camino de Jesucristo hacia el Calvario. Un camino espiritual que se repite año tras año cada Lunes Santo, partiendo desde diferentes ermitas del municipio, como parte de las celebraciones de la Semana Santa almagreña.

El ambiente en el templo fue de profunda solemnidad. Los pasos del Vía Crucis fueron acompañados por oraciones, cantos litúrgicos y momentos de silencio que invitaban a la meditación y la introspección. A pesar de no recorrer las calles de la ciudad, el recogimiento y la participación activa de los asistentes mantuvieron viva la esencia de esta tradición centenaria.

¿Qué es el Vía Crucis y por qué se celebra?

El Vía Crucis, también conocido como “camino de la cruz”, “vía dolorosa” o “estaciones de la cruz”, es una de las prácticas devocionales más extendidas entre los católicos. Su origen se remonta a los primeros siglos del cristianismo y representa simbólicamente el trayecto que siguió Jesús desde su arresto hasta su crucifixión, sepultura y posterior resurrección.

Este acto de piedad, meditación y oración no solo recuerda el sufrimiento de Jesucristo, sino que también invita a los fieles a reflexionar sobre sus propias cruces diarias, sus dificultades y su compromiso de fe. En cada estación se representa un momento clave de la Pasión de Cristo, acompañado de rezos tradicionales como el Padrenuestro, el Ave María y una oración de contrición.

Las catorce estaciones del Vía Crucis son las siguientes:

  1. Jesús es condenado a muerte

  2. Jesús carga con la cruz

  3. Jesús cae por primera vez

  4. Jesús encuentra a María, su madre

  5. Simón de Cirene ayuda a llevar la cruz

  6. Verónica limpia el rostro de Jesús

  7. Jesús cae por segunda vez

  8. Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén

  9. Jesús cae por tercera vez

  10. Jesús es despojado de sus vestiduras

  11. Jesús es clavado en la cruz

  12. Jesús muere en la cruz

  13. Jesús es bajado de la cruz y puesto en brazos de su madre

  14. Jesús es sepultado

Cada estación comienza con la frase:
“Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo”, seguida por el rezo del Padrenuestro, el Ave María y una invocación final:
“Señor, pequé, tened piedad y misericordia de mí.”

Al concluir las catorce estaciones, se acostumbra a rezar una oración final, pidiendo la gracia de una buena muerte en paz con Dios.

Una tradición que se mantiene viva

En Almagro, esta devoción no es solo un acto religioso, sino también una manifestación viva del patrimonio cultural y espiritual del municipio. Cada año, el Vía Crucis del Lunes Santo parte desde una ermita diferente, lo que permite a los fieles redescubrir su ciudad desde la fe y fortalecer su vínculo con las raíces cristianas que marcan la identidad local.

A pesar de la lluvia de este 2025, el espíritu del Vía Crucis se mantuvo intacto. Los almagreños, con su fervor y compromiso, demostró una vez más que la fe no necesita de grandes escenarios, solo de corazones dispuestos a caminar junto a Cristo, incluso cuando el camino se vuelve incierto y empapado.

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