54 Familias se quedaron sin sus ahorros y sin sus nuevas viviendas tras la explosión de la burbuja inmobiliaria. Motorlu Const. S.L., la empresa responsable de la edificación de esta nueva urbanizacion en Pozuelo de Calatrava, quebró dejando en la calle a todos sus trabajadores y llevandose los sueños de 54 familias. Liberbank, la entidad financiera que había financiado a la empresa constructora, sigue siendo la propietaria de una urbanización fantasma en la que reinan lo escombros, la insalubridad, la destrucción y las ratas.
Calatrava Digital.- Como si de un poblado fantasma se tratara, así es la imagen que ofrece la Urbanización “Las Pilillas” cuando traspasas la vieja y oxidada verja de acceso a la calle de esta urbanización que se encuentra a la salida de Pozuelo de Calatrava, en la denominada popularmente como carretera de La Puebla o carretera de Ballesteros, que da acceso por el lado suroeste de la localidad a la Autovía del IV Centenario, CM-45.
Una solitaria urbanización construida a escasamente un kilómetro del nucleo urbano, en el margen derecho de la carretera con dirección a La Puebla, antes de llegar a la rotonda de incorporación a la autovía, donde la podedumbre se ha adueñado, a través del tiempo, de sus calles y viviendas en las que se acumulan suciedad y restos de una construcción que casi a punto de ser entregada a sus nuevos propietarios, fue presa de la explosión de la burbuja inmobiliaria, arransando completamente con los ahorros y los sueños de 54 familias, tres de ellas naturales de Pozuelo de Calatrava, que se quedaron en la nada.
Motorlu Construcciones S.L. fue la empresa responsable de la edificación de esta nueva urbanización, denomina “Las Pilillas”, en Pozuelo de Calatrava, y que construyó en el extraradio de la localidad con la financiación de la entonces extinta entidad financiera regional Caja Castilla La Mancha, Liberbank hoy en día. Empresa que comenzó a vender sobre plano unas viviendas unifamiliares, con el mismo estilo y proyección que las construidas en la calle Los Almendros de esta misma localidad, allá por el año 2005.
Pronto fueron vendidas la totalidad de estas unifamiliares adosadas a 54 familias que invirtieron todos sus ahorros y sus sueños en lo que sería su nuevo hogar. 54 Familias de las cuales tres de ellas eran naturales de la localidad y que vieron como de la noche a la mañana perdían todo lo que habían invertido en estas nuevas viviendas. Viviendas todas ellas, aunque de diferentes superficies, contaban con dos plantas, garage, trastero, cocina, varios dormitorios, y con un reducido patio o jardín donde se ubicaba una pequeña piscina privada.
Tras más de un año de construcción, y ya casi a punto de ser entregadas fue cuando comenzó la pesadilla para las familias que adquirieron lo que sería su hogar lejos del mundanal ruido, en la paz y el sosiego entre vides y sembrados del terruño manchego. La falta de liquidez de la empresa constructora, que invertía lo que cogía de una promoción en otra nueva que iniciaba, los problemas para atender a proveedores, trabajadores y entidad financiera, hieron el resto de lo que se denominó el inicio del estallido de la burbuja inmobiliaria, y Motorlu Construcciones S.L. se vio abocada a la quiebra, dejando un importante agujero económico que tuvo como principales víctimas a familias, aún no “propietarias legales” de esta urbanización, y a los trabajadores de la empresa.
Desde entonces, Liberbank es la propietaria de los terrenos y construcciones existentes en “Las Pilillas”. Esta entidad financiera es la encargada de satisfacer todos los impuestos legales que gravan esta urbanización, como es por ejemplo el IBI, que el consistorio pozueleño recibe anualmente por este concepto.
Mientras, sigue el estado de abandono y olvido sobre estas viviendas, tanto por parte de la administración local (aunque el consistorio poco puede hacer al respecto al tratarse de una propiedad privada) como de los legales propietarios de las mismas, los cuales estos últimos, han declinado hacer cualquier tipo de declaraciones sobre el problema y el destino final que darán a esta urbanización, que aún sigue sufriendo el vandalismo y el deterioro del tiempo entre sus muros y sus calles, acumulando día tras día podedumbre, ruinas e insalubridad en un núcleo urbano que pertenece, y es también Pozuelo de Calatrava.
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