Bolaños celebra el día de San Blas el 4 de febrero, un día después de su santoral, desde 1.837, honrando luto a las 22 víctimas que el día 3 de febrero de ese año fueron fusilados en la primera guerra carlista por los seguidores de Carlos María Isidro de Borbón, que se habían alzado en armas contra los partidarios de Isabel II por la sucesión al trono de España.
Calatrava Digital.- Desde el pasado siglo XIX, Bolaños celebra la festividad de San Blas el 4 de febrero, un día después de su santoral, honrando el luto a los 22 vecinos de la localidad que el 3 de febrero de 1.837 fueron fusilados, en la primera guerra carlista, por los seguidores de Carlos María Isidro de Borbón, que se habían alzado en armas frente a los partidarios de Isabel II por la sucesión al trono de España de su padre Fernando VII.
Tal como narran las crónicas de aquella época, “Al atardecer del 3 de febrero, fiesta de San Blas, de 1.837 la facción carlista de los hermanos “Palillos” de Almagro, atacó la Villa de Bolaños y asesinó a 22 vecinos liberales, entre ellos imporantes autoridades tras fiera resistencia.
El hecho tiene lugar en plenas Guerras Carlistas entre los liberales, partidarios de que reinara Isabel II, hija de Fernando VII, y los carlistas, partidarios de que subiera al trono su tío Carlos María Isidro.
Los cadáveres se encontraron en el camino de la Virgen de las Nieves (lugar que se conoce como la “Hoya de los Muertos” desde entonces) fusilados, rematados a sable y ultrajados (muchos desnudos). Fueron llevados a la Erminta del Cristo donde se les hizo un funeral, y después fueron enterrados en el cementerio anejo a dos pasos del muro norte de ella.
Debido a esta matanza, se cambió desde entonces la festividad de San Blas al día 4 de febrero, y que popularmente conocemos como “Día de las Almendrilla o Pañolá”.
Así mismo, en dichas crónicas, escritas a mano por Jesús Escobar y Antonio Martín, y que están expuestas en la Ermita del Cristo, también se recoge porqué se le dió el nombre del “Día de las Almendrillas o Pañolá”: “A consecuencia de la declaración de esos 100 años de luto, la fiesta de San Blas pasó al día 4 de febrero.
Su característica fundamental es que durante todo el día se instalan en la Plaza Mayor numerosos puestos donde se venden: almendrillas, garrapiñadas, turrones, frutos secos, caramelos, todo tipo de dulces y chucherias…
El nombre de “Pañolá” viene de que era costumbre que los novios compraran estos productos, los echaban en un gran pañuelo de hierbas que ataban por los cuatro picos y se lo regalaban a sus novias.”
De esta manera, y siguiendo las crónicas, al día 3 de febrero se pasó a denominar como “Día de las Ánimas”.
“A consecuencia de esta matanza se declaró el día 3 de febrero “día de luto” para el pueblo durante 100 años y a llamarse a este día “Día de las Ánimas”.
La Hermandad de Ánimas pedía limosna por el pueblo a toque de campanilla y subastando las ofrendas recibidas en la Plaza del Ayuntamiento. Con el dinero obtenido se decían misas en sufragio por las Almas del Purgatorio.
Tras hacer misa en la Parroquia, la Hermandad con su estandarte, iba rezando hasta la Ermita del Calvario y desde allí, rezaba el rosario hasta el cementerio, donde se decía una segunda misa.”