El análisis realizado por el método tradicional de las cabañuelas durante la primera quincena de agosto ha determinado que el año 2018 será de extrema sequía en España, solo con posibilidades de lluvia en los primeros días de enero.
Así lo ha explicado a Efe el profesor de Secundaria y Químico de Valverde del Camino (Huelva), Juan Manuel de los Santos, que ha concretado que será “el peor año meteorológicamente hablando de los que recuerdo, casi completamente seco”.
“Lo que he analizado, a expensas de realizar el informe completo, solo me da un poco de agua la primera quincena de enero de 2018”, mediante un método que, para 2017, predijo casi al cien por cien la situación climática que se ha dado hasta el momento.
De forma paralela, De los Santos realiza también el conocido como “método de la cebolla”, que ha marcado “valores que coinciden prácticamente con las cabañuelas, pero citan que en algún mes, concretamente en abril, puede llover”.
LAS CABAÑUELAS SE BASAN EN EL CONOCIDO COMO “CALENDARIO ZARAGOZANO” Y ESTE AÑO COINCIDE CON EL ANÁLISIS DEL MÉTODO DE LA CEBOLLA
Los dos métodos tienen sus citas de investigación entre los días 1 y 24 de agosto, y Juan Manuel de los Santos admite que no son eficaces totalmente, pero recuerda que los errores “también los cometen los científicos con un cielo plagado de satélites”.
Las cabañuelas se basan en el conocido como “Calendario Zaragozano”, en un trabajo constante de mirar al cielo “que asigna cada día de inicio de agosto a un mes del año siguiente, de modo que el 1 es enero, el 2 es febrero, etc. para luego empezar una cuenta a la inversa: el 13 de agosto es diciembre y el 14 es noviembre, de modo que el 24 corresponde de nuevo al mes de enero.
Los expertos en este método eligen agosto porque “es el mes de verano por excelencia, en el que los cielos tienen que estar completamente despejados, y en algún momento aparecen nubarrones, no dejan ninguna actividad meteorológica, y en función de esos nubarrones podemos predecir lo que va a ocurrir en ese periodo de tiempo”.
Con respecto a la cebolla, se sacan 12 semiesferas de cebolla y se orientan, en una azotea donde dé continuamente el sol, desde suroeste al nordeste, con un poco de sal en cada cuenco, de modo que a cada uno se asigna un mes del año siguiente “y el 13 de agosto se mira qué cuenco mantiene la sal y no se ha convertido en agua, y en el que la sal se ha hecho agua va a ser un mes lluvioso”.