La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha destacado la importancia como sitio histórico de este enclave, que queda demostrada porque la zona reúne 35 bienes de naturaleza arqueológica, etnográfica, de arqueología industrial, del patrimonio histórico viario, entre otros.
Calatrava Digital.- El Diario Oficial de Castilla-La Mancha ha publicado una resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes por la que se inicia el expediente para declarar Bien de Interés Cultural, con la categoría de Sitio histórico, el Puerto de Calatrava, ubicado en la comarca del Campo de Calatrava de la provincia de Ciudad Real.
El Puerto de Calatrava se localiza a caballo de los términos municipales de Aldea del Rey, Calzada de Calatrava y Villanueva de San Carlos, de cuyos núcleos urbanos dista, respectivamente, 7, 5,3 y 9 kilómetros, estando también a 6,5 kilómetros del núcleo de Belvís, pedanía del último de ellos.
Su importancia histórica, ha destacado la consejera, queda atestiguada por el gran número de asentamientos arqueológicos que se han documentado en este espacio que, administrativamente, forma parte de los términos de los tres municipios citados. “Es un paisaje cultural importantísimo que cuenta con numerosos testimonios arqueológicos y numerosos BIC en su entorno y que, además, ha supuesto un paso de tránsito histórico entre la Meseta y la cuenca del Guadalquivir”.
En el entorno cercano de este paso, bien en las llanuras o en las crestas situadas sobre él, hay un gran número de asentamientos, desde las primeras culturas paleolíticas hasta los momentos actuales. Hay inventariados 35 bienes: 18 de naturaleza arqueológica, siete de carácter etnográfico, dos en el patrimonio de la arqueología industrial, cinco integrando el patrimonio viario histórico, tres inmuebles asociados a sentamientos arqueológicos con declaración, singular o genérica como bienes de interés cultural.
Entre estos últimos, el sacro convento y castillo de Calatrava la Nueva y el castillo de Salvatierra, que se disponen a ambos lados del paso, son los que tienen mayor relevancia en el devenir histórico del puerto, por lo que ambos gozan de la declaración singular como BICs, aunque el uso de este paso como ruta de comunicación entre la Meseta y el Valle del Guadalquivir se atestigua desde hace varios milenios, al menos desde época calcolítica, destacando su importancia en época romana y, sobre todo, durante el periodo medieval.