Calatrava Digital.- Cada año, el 1 de noviembre, los habitantes de Almagro se reúnen para agradecer a su patrona por haberlos protegido durante el devastador terremoto que sacudió la región el mismo día en 1755. Aunque la ciudad sufrió daños significativos y la iglesia de San Bartolomé se derrumbó, solo dos vidas se perdieron gracias a la intercesión de la Patrona.
El terremoto de Lisboa, uno de los desastres naturales más mortales de la historia, ocurrió el 1 de noviembre de 1755. Caracterizado por su larga duración y su violencia, causó la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas y la casi total destrucción de la ciudad de Lisboa. Almagro también sintió los efectos de este sismo, con el derrumbe de la iglesia de San Bartolomé, que en ese entonces se encontraba en los actuales jardines de la Plaza Mayor, y numerosos daños en los edificios de la ciudad.
Desde aquel fatídico día, los almagreños han conmemorado esta fecha cada 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos, para recordar el terremoto y agradecer a su Patrona por su protección. El alcalde de Almagro, Francisco Javier Núñez, junto con su Equipo de Gobierno, asistió en el día de ayer a la Sagrada Eucaristía conocida como Misa del Voto, que se celebra cada año en la iglesia Madre de Dios, donde se encuentra la imagen de la Patrona, Nuestra Señora de las Nieves. El vicario parroquial, Martín Tébar, ha oficiado la ceremonia eucarística, en lo que ha sido su primera misa en Almagro.
Hoy en día, los geólogos estiman que la magnitud del terremoto de Lisboa habría sido de aproximadamente 9 en la escala de Richter. Se cree que su epicentro se encontraba en algún punto desconocido del océano Atlántico, a menos de 300 kilómetros de Lisboa. Este desastre natural dejó una profunda huella en la historia de Almagro y en la memoria colectiva de sus habitantes, quienes continúan honrando a su Patrona y agradeciendo por su protección en este día tan significativo.