A.E. Ciudadanos Almagro presentó el pasado 7 de agosto denuncia ante la Comisión de Patrimonio contra el Ayuntamiento de Almagro por acometer el asfaltado de algunas calles sin la autorización correspondiente. Alertando también de posibles maniobras entre esta Comisión, dependiente de la Dirección Provincial de Educación, Cultura y Deportes y el Ayuntamiento de Almagro, para “blanquear” el expediente de obras concedido en su día.
La denuncia se basa en el documento oficial expedido por la propia Comisión Provincial en el que solo aparecen los nombres de 7 calles, entre las que no figuran las de Pedro Oviedo y Roldanes. En este documento también se recalca que la autorización concedida es única y exclusivamente para las actuaciones referidas.
Este hecho fue reconocido por el propio alcalde de Almagro en la reunión de urgencia convocada el pasado viernes 4 de agosto. Y lo hizo ante los portavoces de los tres grupos municipales allí presentes. No tuvo más remedio que reconocerlo cuando el portavoz de Ciudadanos-Almagro le puso sobre la mesa el documento oficial que lo acredita, fechado el 21 de marzo del presente año, donde no están incluidas las calles referidas.
Sin embargo, el Sr. Alcalde no ha dejado de manifestar en cuantos medios de comunicación ha podido y a todo aquel que le preguntara, que “tiene los permisos de la Comisión de Patrimonio para las obras”, contradiciéndose así mismo y negando lo que había reconocido en la reunión de esa misma mañana.
Por lo que sabemos, y deducimos de sus propias manifestaciones, podemos decir abiertamente que aquí no se ha jugado limpio. Lo que ha sucedido es que una vez reconocido el hecho y viendo la delicada situación en la que quedaba el alcalde, las instituciones implicadas se pusieron manos a la obra para montar a toda marcha y a todo tren, un nuevo “expediente express para amiguetes en apuros”. Y seguro que pensaron que ya que estaban metidos en faena, ¿por qué no asfaltar… también la verdad?. Y eso es lo que han hecho.
Con esta forma tan particular de actuar, impropia a todas luces de una Administración Pública seria, Ayuntamiento y Comisión de Patrimonio nos han enseñado un nuevo protocolo de actuación que consiste en “Oye, colega, apáñame esto corriendo que me han pillao”. Protocolo venezolano (con perdón), debería llamarlo.
Esto, más que risa, lo que produce es indignación y bochorno. Estamos hablando de un asunto muy serio. La Administración Pública no es la finca particular de ningún señorito, como se decía en otros tiempos. Y menos aún, la Comisión de Patrimonio. Hablamos de Patrimonio, del Patrimonio de todos. No se puede jugar con algo tan importante que abarca a generaciones pasadas, presentes y futuras.
Por eso, por el uso descarado y partidista que hacen las Administraciones Públicas, es motivo más que suficiente para solicitar el cese fulminante de los responsables de las instituciones implicadas.
Intransigentes con los demás hasta el extremo, pero manga ancha y pozo sin fondo para ellos y sus amiguetes. Esto es lo que más indigna al pueblo de Almagro. El calvario que tiene que sufrir cualquier almagreño cada vez que tiene que realizar una obra, por pequeña que sea; abrir una ventana o cambiar una puerta. Ahí, las exigencias de esta Comisión no acaban nunca, y el tiempo se vuelve interminable; por no mencionar los costes que eso conlleva. Para el pueblo llano no hay “autorización express para amiguetes”. ¿Qué confianza transmite esta forma de actuar?.
Se ve que para ustedes no hay leyes, no hay normas. Ustedes son la Ley… de Pancho Villa.
A.E. Ciudadanos Almagro