Calatrava Digital.- El nuevo director del Festival de Teatro de Almagro, Ignacio García, que asumirá su cargo en el próximo mes de diciembre, ha adelantado parte de las líneas maestras que espera aplicar en los próximos años, como será la expansión internacional y la búsqueda de incentivos fiscales para un certamen que “ya tiene las cuentas saneadas”.
García, quien ha sido presentado este lunes 23 de octubre en la Secretaría de Estado de Cultura —su nombramiento se conoció hace una semana, en sustitución de Natalia Menéndez—, ha avanzado su deseo de que “se conozca el Siglo de Oro español por todo el mundo”.
“Como español nacido en democracia en el año 1977 me niego a aceptar ningún síndrome de inferioridad”, ha destacado García, en alusión a fomentar iniciativas como las de Stratford en torno a la figura de Shakespeare o Salzsburgo respecto a Mozart. “No nos vamos a quedar en la piel de toro, vamos a ir al mundo. Hay que hacer proselitismo de nuestro repertorio”, ha afirmado.
Pese a no detallar ninguna iniciativa concreta —García no ha accedido al cargo y ha resaltado que su primera acción será la de “escuchar a todos los colectivos”—, el dramaturgo ha apuntado algunas de las ideas que podría poner en marcha, como el de facilitar “buenas traducciones” a compañías foráneas. A día de hoy, el Festival de Almagro cuenta con más espectadores procedentes de Argentina o México que de regiones españolas como La Rioja o Extremadura.
“A veces estas compañías no piden dinero, sino una buena traducción de ‘La vida es sueño’. No sería coproducir, más bien asistir: el interés por el repertorio del teatro español es enorme y las formas de articularlo que implementaremos no supondrá inventar nada nuevo”, ha defendido García, quien por ejemplo ha cuestionado la falta de “análisis a fondo” respecto a este asunto. “¿Alguien sabe cuántas obras del siglo de oro se hacen en el mundo?”, ha preguntado.
Por otro lado, ha reiterado la importancia de ofrecer “facilidades” para que particulares puedan invertir en el festival, a través de una mejora de las leyes fiscales. “Hay que abrir el debate y la reflexión sobre otros modelos fiscales”, ha señalado el director del festival, tras poner como ejemplo a México o Colombia.
Aumento de presupuesto
La directora general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Montserrat Iglesias, ha mostrado el “compromiso absoluto” de la administración con el festival, asegurando que ese incremento de aportaciones estatales se producirá “en la medida en que los Presupuestos Generales lo vayan permitiendo”. En esta misma línea, el consejero de Educación, Cultura y Deporte de Castilla-La Mancha, Ángel Felpeto, ha remarcado que García tendrá “las puertas abiertas” para atender sus peticiones, entre las que se contempla una subida de aportación al certamen.
Entre otras actuaciones futuras, el nuevo director ha destacado que prevé contar con un país latinoamericano como próximo país invitado, además de la “continuidad” respecto a la política iniciada por Menéndez con la creación de nuevos públicos gracias a proyectos como Almagro Off o el Barroco Infantil. En las últimas ediciones, el festival ha recibido de media cerca de 50.000 visitantes.
Por el contrario, no se plantea llevar la producción propia a este festival, ya que cree que “no es su misión”, al estar ya presentes producciones de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. También García ha hecho alusión a mantener las “cuentas saneadas y la herencia de prestigio formidable” dejadas por Natalia Menéndez tras años “duros” antes de su llegada. “Ha demostrado que lo importante no es gastar más, sino mejor”, ha resaltado.
Calderón o Tirso de Molina, la “Patria” de García
En esta misma línea, el alcalde de Almagro, Daniel Reina, ha recordado “el nivel tan bueno” al que ha llevado Menéndez al festival después de ocho años en el cargo. “Lo cogió en una situación muy difícil y la herencia recibida ya no es lo misma. Lo que queremos es que la fuerza de la juventud de García se plasme en el certamen”, ha defendido.
Por último, García se ha mostrado “muy orgulloso de ser compatriota” de autores como Calderón de la Barca o Tirso de Molina, cuyas obras hacen su “patria”. “Al final, un pueblo es lo que pensamos y escribimos y yo prefiero a un pueblo que recita poesía que a otro que está sumergida en la banalidad y la superficialidad”, ha concluido.