Calatrava Digital.- Vox Ciudad Real está radicalmente en contra de que se reduzca aún más la capacidad de riego de los agricultores en nuestra provincia y colindantes. No se entiende que se cargue la culpa de la inacción en materia de agua de los sucesivos gobiernos regionales y nacionales a los que menos culpa tienen, los agricultores. En un país en el que las lluvias son intermitentes y sufrimos años de sequía, es imperativo tomar las medidas oportunas al respecto para garantizar las necesidades hídricas de los cultivos que mantienen viva esta tierra.
Las sucesivas administraciones, con su reiterado incumplimiento de sus obligaciones han causado una situación peor de la que debería existir con ya no su inacción, sino con su mal hacer, dado que ni siquiera cumplen las leyes que ellos dictan. De simplemente cumplir la ley, nos veríamos en una situación mucho mejor que la actual, ya que la ley 11/2005, de 22 de junio, por la que se modifica la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional, reconoce la importancia de mantener un régimen de caudales en el área de influencia de los espacios naturales protegidos. De cumplirse dicha ley, la recarga del acuífero 23 sería una realidad y no una quimera, haciendo que no sólo los agricultores dispusieran de más agua y de mayor calidad para mantener sus explotaciones agrícolas, sino que se cumpliría con una situación que se mantiene desde hace décadas, desde 2005 ayudada por la acción de los gobernantes que no cumplen la ley. El alto Guadiana se vería con vida y agua desde su nacimiento en las Lagunas de Ruidera hasta las Tablas de Daimiel, en vez de ser un cauce seco y polvoriento como lo es a día de hoy.
Esta situación sumada al resto de problemas del sector agrícola ciudadrealeño y manchego en general, hace que la supervivencia del sector acabe de ser apuñalada por quienes se supone que lo deben proteger. La agricultura es el sector primario de La Mancha, es el que mantiene la vida de la provincia, y debería ser el sector primordial para las administraciones públicas, administraciones que se mantienen con los impuestos que se cobran a los mismos agricultores, cada vez más asfixiados económica y socialmente, al ser señalados directamente por esta decisión como causantes de la situación en la que nos encontramos. La espalda de nuestros agricultores no aguanta más peso que cargar sin quebrarse.
Es por todo ello que desde Vox Ciudad Real exigimos lo siguiente.
1 – Que se derogue con carácter inmediato la reducción de agua para riego aprobada por el gobierno de Castilla la Mancha y la Confederación Hidrográfica del Guadiana para las masas de agua Mancha Occidental I y II, Rus-Valdelobos, Sierra de Altamira, Lillo-Quintanar y Consuegra Villacañas.
2 – Que se cumpla de una vez por todas la ley 11/2005, de 22 de junio, por la que se modifica la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional, la cual impone mínimos de caudal ecológico para el alto Guadiana, desde su nacimiento en las Lagunas de Ruidera hasta el final del mismo en las Tablas de Daimiel, no sólo recargando el acuífero 23 sino también garantizando la vida y fauna vegetal y animal que simplemente, no existe desde hace décadas.
3 – Que se agilicen las obras para la finalización del Trasvase de la Llanura Manchega, también conocido como Tubería Manchega para el abastecimiento para consumo humano, haciendo que el agua que se extrae del subsuelo para dicho consumo, pueda usarse por parte de nuestros agricultores.
4 – Que desde los Ayuntamientos de Ciudad Real se apoye sin fisuras a los agricultores en declaraciones institucionales que presentarán los grupos locales de Vox en los respectivos municipios, rechazando frontalmente la reducción de agua para riego de nuestros vecinos, condenándolos a la asfixia absoluta de sus explotaciones. De hacerse efectiva esta reducción, muchos agricultores se verán forzados al abandono o venta de sus explotaciones, al hacerlas inviables económicamente para ellos, y haciendo inviable el futuro de La Mancha socialmente, acabando con su ya herido principal motor económico y vital.
5 – Que de ahora en adelante, se defienda el futuro de la agricultura de nuestros pueblos, ya que los agricultores no sólo garantizan dicho futuro a nivel social haciendo que haya vida más allá de las ciudades, sino que también son los que con su trabajo y esfuerzo, mantienen el campo lleno de vida, sobre todo en verano. Sin nuestros agricultores, nuestros campos se convertirían en un erial permanente.