Emotiva presentación del libro sobre el Centro de Formación Profesional de Almagro que reúne a antiguos alumnos y profesores después de más de cuarenta años

Este pasado sábado, el Convento de la Asunción, antiguo Dominicos, de Almagro fue el escenario de la emotiva presentación del libro “Creación del Instituto de Formación Profesional de Almagro, 1975-1985. Diez años que pudieron cambiar la historia de Almagro”, escrito por la profesora Mari Carmen Giménez Huertas, y publicado con la colaboración de la Diputación Provincial de Ciudad Real. El evento contó con la asistencia de antiguos profesores y alumnos del Centro de Formación Profesional de Almagro, creando un ambiente de nostalgia y reconocimiento.

El acto, celebrado en el refectorio del Convento, reunió a una treintena de antiguos profesores y más de 150 alumnos que cursaron sus estudios en la primera década de existencia del centro. En sus comienzos, el instituto ofrecía formación en ramas como administrativo y comercial, mecánica, electricidad y electrónica, y madera.

La autora del libro, Mari Carmen Giménez Huertas, estuvo acompañada por figuras clave en la historia del centro educativo, incluyendo al fundador y director durante casi una década, el Padre Dominico Fernando Román Díaz; el primer director del centro, Miguel Silveira; Javier Carrascal y Manuel Suárez, este último también Jefe de Estudios del centro durante varios años. Entre los profesores asistentes se encontraban Ángel Luís Horcajada, Antonio Ruiz Sánchez, Fermín Sánchez Molina, José Ángel Ónega, José Luís Andarias, Juan Manuel Padilla, Mariano López Calero, Rafael Morales Chacón, Julián González Molina, Alberto Marín, Manuel Ginés, Manolo Martín, Rogelio Blanco, Julián Jiménez, Enrique Alcalde, Ignacio González, Javier Cabrera, Jesús María Ansuaga, Juan López, Manolo García, Manolo Martín, Francisco Barrajón, José Sánchez y Antonio Ruiz.

Genaro Galán García, quien además de haber sido parte de la plantilla de profesores del centro, estuvo presente en calidad de concejal de Cultura, Economía y Hacienda, representando al Ayuntamiento de Almagro.

La autora del libro dirigió el evento, comenzando con una breve presentación y un agradecimiento a todos los presentes, tanto profesores como antiguos alumnos, así como un emocionado recuerdo a todos aquellos que fallecieron a lo largo de todos estos años. Así mismo, tuvo palabras de agradecimiento para la Diputación Provincial de Ciudad Real, a su presidente Miguel Ángel Valverde, y especialmente para la vicepresidenta primera, Milagros Calahorra, por hacer posible dicha publicación.

Posteriormente, dio paso a la intervención de Genaro Galán, quien expresó su emoción y gratitud por la celebración de este acto. Galán agradeció tanto al consistorio almagreño como al Obispado de Ciudad Real, propietario del Convento, por permitir la realización de este significativo evento en un lugar tan histórico para la localidad de Almagro y toda la comarca del Campo de Calatrava.

Después de Galán, subió al estrado Miguel Silveira, el director del centro en su primer año de funcionamiento. Silveira hizo un repaso de sus recuerdos al asumir la dirección del instituto a petición del Padre Fernando. Elogió al equipo humano con el que inició la puesta en marcha del centro y relató las vicisitudes a las que se enfrentaron en los primeros años.

También intervinieron los profesores Javier Carrascal y Manuel Suárez González, quienes compartieron sus experiencias y recuerdos. A continuación, tomaron la palabra los alumnos de las diferentes ramas del centro: María José Ramírez y Rafael Fernández de Marcos representaron la rama administrativa; Fermín González, la de mecánica; Agustín Torres, la de electricidad y electrónica; y Ana María Ruiz-Poveda y Andrés Rabadán, la de madera.

El acto concluyó con la intervención del Padre Fernando Román, precursor y alma mater del centro de formación. El Padre Fernando recordó cómo comenzó a gestar el proyecto en 1973, aunque el centro no abrió sus puertas hasta 1975, iniciando su actividad el 6 de noviembre de ese año con las ramas administrativa y de ebanistería, y con un total de 140 alumnos distribuidos en 6 cursos en régimen diurno y nocturno.

Durante su discurso, el Padre Fernando repasó los desafíos y logros de los primeros años, destacando los problemas que enfrentaron y cómo desarrollaron el proyecto educativo en el Campo de Calatrava. Su objetivo era proporcionar a los jóvenes de la comarca una formación profesional y práctica que facilitara su inserción laboral, inspirándose en modelos pioneros como la Escuela Politécnica de Mondragón en Guipúzcoa.

Aunque su visión de crear un conjunto de empresas cooperativas para la inserción laboral de los alumnos no se materializó debido a las cambiantes circunstancias sociales y políticas de la época, el Padre Fernando subrayó el impacto positivo que el centro tuvo en la vida de sus estudiantes y en la comunidad.

El Padre Fernando concluyó su intervención agradeciendo a todos los presentes, en particular a Mari Carmen Giménez por su dedicación y trabajo tanto en el centro como en la elaboración del libro. También recordó con especial cariño a un hombre clave en la puesta en marcha del proyecto, Antonio Calvín Guzmán.

El evento se cerró con la emotiva interpretación de dos temas musicales por parte de Jesús Romero Cobo “Roco”, que puso el broche de oro a una jornada llena de recuerdos y emociones.

Finalmente, profesores y alumnos compartieron un catering en el patio central del convento, donde tuvieron la oportunidad de confraternizar y rememorar los años vividos en el Instituto de Formación Profesional de Almagro.

Aunque aquellos años no cambiaron la historia de Almagro como se había soñado, sin duda transformaron las vidas personales de todos los que pasaron por el centro.

 

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